SE CREA UNA BASE DE DATOS DE MOSCAS EUROPEAS
Las moscas y sus huevos, nos aportan valiosas indicaciones en la resolución de algunos tipos de muertes. No obstante, también es cierto que se pueden cometer algunos errores cuando se las estudia. Por eso, se hacía necesaria una base de datos con el ADN de estos insectos para facilitar las investigaciones de los forenses y de la policía judicial.
Habitualmente, cuando se localizan larvas en los cadáveres se acostumbra a implantarlas en el hígado de un pollo hasta que alcanzan la forma adulta. Este procedimiento permite datar la muerte de la víctima y compararse con otras pruebas.
Cada mosca tiene un ciclo de desarrollo que le es propio y hace posible que se pueda poner fecha y hora al momento del deceso. Sin embargo hay que tener en cuenta que las larvas de mosca no son todas iguales. Hay moscas que ponen sus larvas directamente, otras que ponen huevos, otras que se introducen bajo tierra para incubar y otras que lo hacen en habitaciones cerradas. Así que es posible encontrar un tipo determinado de larva en un cuerpo al de ocho horas de la muerte y otro tipo de larva al de dieciséis horas.
Las larvas dan una información muy valiosa sobre el cadáver y sobre las circunstancias de la muerte, pero hay que tener en cuenta también otros factores. En ocasiones pueden recogerse larvas que no son de mosca, o que si lo son, pueden estar contaminadas por otras moscas. Por eso, cuando el especialista se equivoca, se retrasan los resultados hasta dos días.
La solución a este problema viene de la mano de una base de datos con el ADN de las moscas. Tomar una muestra lleva trabajo y no sirve para nada si no puede compararse en una base de datos.
El entomólogo Kurt Jordaens es el primer especialista que ha realizado un fichero con el ADN de más de sesenta tipos de moscas diferentes, que se dan en el entorno europeo. Las muestras provienen del Instituto Nacional de Criminalística y Criminología Belga el cual se ocupa de recoger y conservar las larvas encontradas en las escenas del crimen.
Este tipo de banco de datos existe desde hace tiempo en los Estados Unidos y en Australia, pero es toda una novedad en Europa.
Un avance importante que hace menos dependientes a los investigadores forenses y judiciales de los entomólogos médico-legales, una especialidad poco frecuente.