Gracias a la efectividad que han demostrado las ratas (criadas en laboratorio, no de alcantarilla), la policía holandesa espera ganar tiempo en sus investigaciones y economizar gastos.
Mientras que el precio de una rata de laboratorio es de apenas 10 €, el de un perro policía adiestrado puede ser de varios miles. Y en teoría, la rata puede localizar y reconocer casi cualquier cosa por el olfato.
La policía holandesa, ha introducido en las mismas instalaciones donde entrena a sus perros y caballos un discreto laboratorio para entrenar a un grupo de cinco ratas.
Según la detective Hamerslag, encargada del proyecto, las ratas apenas tardan un par de semanas en memorizar un olor en particular. Para adiestrarlas, colocan cuatro bolsitas de té en los barrotes de la jaula. Solo una de ellas contiene restos de pólvora. Detectarla nos les lleva a las ratas más de dos segundos.
La detective Hamerslag explica que esta habilidad puede ser útil para los casos de homicidio dónde haya más de un sospechoso. Este método científico puede revelar la presencia de pólvora en las manos de un tirador en segundos, mientras que hacerlo por el método tradicional lleva varias horas, un lapso de tiempo sumamente importante en el contexto de una investigación policial.
Si bien es cierto que el trabajo de las ratas podría no ser válido a efectos de prueba en un juicio, si permitiría en cambio saber que muestras deberían ser analizadas en primer lugar y evitar analizar inútilmente muestras de personas inocentes.
Hay que tener en cuenta que en Holanda, la policía no puede mantener detenido a un sospechoso más de seis horas, sin una acusación fundamentada. Por eso, las ratas, pueden jugar un papel importante en esta ecuación.
El método científico de las ratas puede aplicarse a varios olores y complementarse con el trabajo de los perros adiestrados.
La idea de este proyecto fue desarrollada por la detective Hamerslag, en su tésis de fin de estudios de acceso a la policía, quien se inspiró en la utilización de ratas para la detección de minas antipersonales en Tanzania.
Sin embargo también hay limitaciones. Por ejemplo, una rata, al contrario que un perro tiene miedo de explorar un lugar que no conozca, por lo que no podría ser utilizada para inspeccionar un contenedor que contuviera droga, un aeropuerto o un escenario dónde se localice un cadáver.
Por lo tanto, es necesario llevar las muestras recogidas al laboratorio dónde se encuentran estos animales.
Por eso, la policía holandesa, dice que la rata y el perro pueden complementarse, pero los roedores nunca podrán sustituir a los perros policías.